Revisión de papeleo [Privado O:]

Su estado solo podía definirse en una sola palabra: agotado. Aun era un hombre joven, tan solo poseía treinta años, pero como no estarlo si llevaba mas de un mes sin dormir de forma adecuada?, era difícil llevar aquella academia el solo. Se suponía que para eso estaba el Sub director, para ayudarle y alivianar su trabajo.

Me tienes que ayudar con el papeleo Lux…-le dijo con voz suave y algo cansada. ¿Por qué el menor tenia que ser tan irresponsable a veces?, bueno, no era un detalle que desconociera…desde que tenia memoria el tenia que hacer todo por el, y jamás se lo había reprochado hasta ahora.

Si lo haces me arias mas fácil todo, no te gustaría? n__ñUu…oh, también tengo que hablar otro asunto contigo…sobre los alumnos…no es bueno que los intimides…deberías comportarte con mas calma con ellos…-Aquel menor era alguien bastante irritable y voluble, como todo buen demonio, pedir algo así era casi imposible…pero que perdía con intentar?, solo deseaba algo de paz…

Estaba definitivamente raro hoy, para empezar no era un buen día para que Kirian se le ocurriera increparlo, había llegado el día anterior del paseo mensual a su "querida familia" y verdaderamente no se sentía demasiado bien. Sentía cierta presión en el cuerpo, estaba más desanimado que de costumbre, tanto que ya ni tenía ánimos para enojarse... Quizás por eso prestaba una inusual atención a lo que decía Kirian.... Si lo pensaba bien, no era justo, después de todo el otro era un simple humano y de verdad se veía tan cansado... ¿Porque el no era capaz de darse cuenta de esas cosas cuando se sentía bien? bueno, quizás porque era un demonio y no estaba precisamente hecho para pensar en el bien ajeno.
Se levantó frunciendo algo el ceño, más fruto de costumbre que otra cosa, avanzó hasta Kirian y puso una mano en su hombro...
-Esta bien...- dijo y lo durmió... Tomó el cuerpo de Kirian entre sus brazos y lo llevó con delicadeza hasta el sillón de su oficina, luego fue a atender los papeles... No demoró mucho en arreglar su trabajo de todo el mes, verdaderamente ser demonio le daba muchas ventajas, simplemente no hacía ese trabajo a menudo porque era tan aburrido...
Terminando se dio un tiempo para observar desde su lugar a un Kirian aun perfectamente dormido, ya debería estar cerca de despertar, y pensó que quizás sería bueno que el se retirara, seguía sin sentirse bien, que extraño... no se supone que los demonios enfermaran...
Cerró los ojos un momento, tocando su cabeza la cual ahora dolia de forma ironica en una manera endemoniada.
De pronto supo porque pasaba eso, el mantenía permanente encerrada su esencia demoníaca, pues claramente si no, no podría convivir con humanos, era algo que todo demonio podía hacer con regularidad sin causarse daño... Pero en su caso, al ser demonio de alto rango, era mucho más lo que tenía encerrado y a pesar de que ello habitualmente no le provocaba ningún problema de salud ni nada parecido. Hace un día en la visita a su padre, y entonces para hacer las atrocidades que el mandó esta vez había tenido que liberar todo de golpe, seguramente volverlo a encerrar había sido un tanto violento para si mismo, y ahora si esencia se hallaba desequilibrada.
Se preocupó, sabía la respuesta... pero nos había como solucionar el problema, definitivamente la única solución era soltar nuevamente aunque fuera algo de su propia esencia, pero ello era algo que no se atrevería a hacer, no en la escuela de Kirian... Esperaba que el otro no se diera cuenta de su estado ni sospechara nada, seguro ya sospechaba algo de lo extraño que volvía luego de cada salida, no quería tener cosas que explicar...
Se levantó meditabundo y fue hasta la ventana...¡Mierda! era un día demasiado brillante... sentía como las fuerzas le abandonaban y se desmayó antes de poder pensar siquiera en transportarse a su habitación... ¡Mierda!

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sorry!!! perdo perdon perdon el drama q saque de la nda y lo emo intente arreglarlo pero no pude hacer mucho :/

Sus ojos comenzaron a abrirse lentamente, levanto su diestra y la paso por su rostro con algo de torpeza- mnh…m-me dormí?...oh, rayos…-balbuceo mientras pensaba que aun le quedaba mucho por hacer, como se había dormido así?. De inmediato recordó con quien estaba hablando antes y supuso lo que sucedió.

L-lux…-se irguió con algo de dificultad y con sus orbes azules busco a aquel chico, encontrándolo tirado en el piso frío de la habitación. Se levanto rápido de su lugar y corrió hasta el cuerpo del otro para tomarlo entre sus brazos y sacudirlo, esperando que eso lo despertara.

Lux!! Despierta! Estas jugando verdad?! Anda, no es gracioso! Lo del papeleo lo are yo! Pero despierta! –dijo aterrado sin dejar de moverlo. No era…normal, que el se desmayara…su miedo comenzó a aumentar pensando que podía tener algo mas grabe, y el otro no fue capas de comentarle- Anda! Abre los ojos por favor…-le cargo con cuidado y lo llevo hasta su cuarto, era mejor que lo recostara sobre la cama. Tuvo cuidado con no dañar sus grandes alas negras y se quedo esperando a que reaccionara, rogándole a Dios que fuera pronto.

Las horas pasaban y aunque aparentemente el joven demonio no reaccionaba de manera alguna, estaba enfrentando una dura pelea interna, su esencia gritaba ser liberada, pero por mucho daño que le hiciera, el no la iba a dejar salir.
Luego de casi medio día el demonio abrió lentamente los ojos, unos brillantes ojos rojos..
-¡Tsk! maldición..- murmuró por lo bajo pasándose una mano por la cara y volviendo sus ojos a la normalidad, estaba tan débil que tarde o temprano de forma inevitable el demonio saldría a hacer de las suyas...
Se levantó de la cama tambaleante, ardiendo en fiebre y sin ver casi nada a su alrededor, directo hacía la ventana, necesitaba salir... escapar..

Se quedó parado cerca del marco de la ventana, jadeante y agotado de haber dado tan solo esos pocos pasos, pero tendría que poder salir, alejarse de la escuela y de utopía... Rápido...

Había ido a lavar su cara, el susto que había pasado fue enorme. Miro su rostro, que estuviera mas relajado y fue de regreso a la habitación, no deseaba que el demonio le viera con expresión preocupada, o le angustiaría, haciendo que su estado empeorara.

Lux?, despertaste? –pregunto con tono gentil mientras abría la puerta lentamente y se asomaba en el interior de la habitación, noto que el chico no se encontraba en su cama y de inmediato busco con sus orbes por el cuarto, notando al otro en el marco de la ventana, adivinando inmediatamente lo que planeaba hacer.

Ni se te ocurra! –alzo la voz mientras corría hacia el. Sus largos brazos se rodearon alrededor de la cintura jalándole hacia atrás- Qué rayos crees que haces?! Estás enfermo y piensas salir?! Eres un inconsciente Lhuxuria! –le regaño con clara molestia sin soltarse de el, aun forcejeando para que volviera a la cama a descansar.

Soltó un gruñido bajo en cuanto los brazos de Kirian le rodeó con sus brazos, ¡tenía que soltarlo! dio un tumbo hacía un lado, cual si estuviera ebrio y sus ojos pasaban violentamente del rojo al azul, al igual que su esencia tambaleante entre el bien y el mal.
Se apoyó en el alfeizar de la ventana apenas manteniéndose de pie, sudando frío por el esfuerzo que le tomaba seguir siendo "él" cuando tenía a Kirian tan cerca...

-Aléjate... Kirian, aléjate por lo que mas quieras...- intentó rogando.
-M-me..te..ngo...que..ir- exigió con voz jadeante, mientras sus ojos seguían aquella danza de colores y se estremecía violentamente desde adentro.
-Por favor...- fue lo ultimo que alcanzó a decir antes de que sus fuerzas flaquearan de verdad y cayera de rodillas al suelo, arrastrando al director con él.

No! No me alejare aunque insistas tonto! -cayo arrodillado en el suelo junto a el, abrazándole con fuerza contra su cuerpo y meciéndolo con suavidad para relajarle, como solía hacer cuando era mas pequeño. Con una de sus manos acaricio su cabeza, enredando sus dedos en los oscuros cabellos del sub director.

¿Qué es lo que te ocurre...lhux? –pregunto entristecido, a la vez que se preguntaba desde cuanto tiempo estaría así...ocultándole esto, acaso no confiaba en el?...

Sabes que, puedes confiar en mi…aunque sea un simple humano…-le dijo entristecido, observándole con ternura, con esa ternura que solo el podría darle.

¿Como iba a soportar el peso de esa lujuria que su lado demoníaco hacía pesar sobre él?
Ya le era bastante difícil intentar resistirse a Kirian cuando estaba en equilibrio, como estaba en aquellos momentos, aun así se dejó abrazar y cerró los ojos suspirando con placer... Hace tanto que no se permitía el "lujo" de poder ser tocado por él.
Era demasiado peligroso, y aunque el amara más que cualquier cosa el tacto de aquel cálido cuerpo que era el único capaz de hacerle sentir...querido, le importaba mucho más el alma que residía en él.
Y se había prometido muchos años atrás que cuidaría de él como fuera, no pensaba romper esa promesa, y hacer lo que quería hacer con él sería todo lo contrario, sería corromperle, destruirle... Echarlo todo a perder.
Con esa idea fija en su mente pinchando con la intensidad de una pequeña descarga eléctrica, a duras penas logró separar sus cuerpos para intentar nuevamente alejarlo de si.

-Kirian, aléjate... o terminaré haciendo algo que vas a lamentar durante mucho tiempo...- le dijo empujándolo débilmente, mas, aquella persona de alma noble no se movió... Marcando así parte de su destino.
En el fondo Lhux había sabido desde el momento que había sido demasiado débil para dejarlo con esa cara de agotamiento e irse enseguida en que terminaría aquello... Ya no podía negar más lo que su cuerpo deseaba, sobre todo porque, siendo un demonio su primer instinto era responder a sus propias necesidades, no pensar en los demás... Ni en amor, ni en sentimientos... Ni en la alma de ninguna maldita criatura que no fuera él.

El era un demonio y como tal obtendría lo que quería en cuanto quería, él no protegería a nadie, él era la perdición...
Su voz se silenció de forma abrupta y una lenta y escalofriante sonrisa se extendió por su rostro mientras resoplaba (sii, como en la imagen del ava^^)... Enseguida abrió los ojos lentamente, descubriendo entonces un par de focos carmesíes como la sangre, de pupilar alargadas como los gatos... que dirigieron una mirada pecaminosa y algo molesta al humano que estaba frente a él.

-Te lo advertí...- dijo a pesar de todo en tono algo apenado, antes de tomar la nuca de aquel humano que lo abrazaba tan fuertemente y acercarlo más a él uniéndolos en un beso de lujuria demoníaca..
El beso era intenso, profundo y candente... incomparable a cualquier otro pues el que estaba allí, era el demonio de la lujuria en todo su esplendor, un simple beso de él era como revivir las más placenteras caricias... Tanto que era abrumador, el fuego interno que quemaba con pasión el alma de Lhux era abrumador.

¿Qué quiere de…-Su voz fue interrumpida de forma abrupta por los labios ajenos, que se apoderaron con pasión de su boca. Una ola de emociones se apoderaron de su cuerpo, haciéndole sufrir espasmos a la vez que soltaba suaves suspiros.

A-ahh mnh…-trato de hablar, pero solo de sus humedecidos labios salieron frases inteligibles. Sus manos se posaron en el pecho del otro, empujándole sin logar mucho, sus fuerzas se esfumaban de sus extremidades a una velocidad increíble. Aquel hombre que le producía ese enorme placer…era como su hermano menor, casi su hijo…¿pero por que se sentía tan bien su aliento calido sobre su cavidad bucal?, sin desear meditar mas, rodeo su espalda con sus brazos, aforrándose con fuerza a sus ropas.

Pasó sus brazos por debajo de la piernas de Kirian alzándolo sin dejar de besarle para ir con el a la cama, pensaba en deseo... En el deseo que le llenaba por dentro y en satisfacerlo de la forma más rápida y efectiva, tomando para si, ese cuerpo que calentaba su alma...

Sus besos subieron de intensidad hasta el punto que apenas había espacio para respirar entre uno y otro, saboreaba cada rincón de aquella boca que se le antojaba el paraíso que le había sido prohibido desde siempre. Las ropas fueron desapareciendo mientras Lhux ganaba más espacio que devorar, lamiendo y excitando aquel cuerpo que llevaba tanto tiempo deseando,
Miró a Kirian con lujuria desbordante...
-Te voy a devorar... -Susurró en su oído antes de seguir besandole tan pasionalmente, como si verdaderamente le quisiera besar hasta ya no dejar nada de él. Hasta haberlo tomado todo...

D-devórame…-Eso deseaba, ser devorado completamente por esos labios, que le marcara cada centímetro de su piel y llegara hasta lo más profundo de su interior. Ahora que lo meditaba un poco, ¿como no noto antes aquella atracción que tenia a aquel demonio?...

Su espalda se arqueo ante esas múltiples sensaciones que se apoderaban de el, sintiendo que casi se derretía del placer. Sus manos acariciaban la suave piel del moreno, sintiendo una que otra cicatriz a su paso.

Enterró algo sus uñas en los hombros del otro, arañándole mientras soltaba gemidos mas audibles los cuales hacían eco en aquel cuarto. Una parte de el reacciono por unos momentos y se espanto

P-puede v-venir algún alumno…-le comento jadeante a su subdirector, aterrándole la idea de que algún chico que entrara a la oficina escuchara lo que hacían desde dentro de su habitación

-ahh...- los gemidos de Kirian le excitaban hasta lo increíble, las sensaciones de su cuerpo y del contrario eran intensificadas con cada segundo, hasta el punto de que aunque lo quisiera sinceramente no podría parar aquello...
En cuanto escuchó las palabras de Kirian sus ojos brillaron un momento y luego le miró con una sonrisa fiera...

-Bien, ya es imposible que tus "amores" descubran algo- le dijo con media sonrisa burlesca mientras terminaba de quitar su pantalón y ropa interior y llevaba ahora su boca con toda su intensidad allí.
Masajeando, mordiendo y lamiendo mientras excitaba al otro...
Tal vez una parte de su interior se arrepentía y retorcía por lo que hacía en ese momento, lo que era claro.. era que el demonio en aquella habitación, no la estaba escuchando,,

Sus anteojos cayeron a un lado por los movimientos de su cabeza. Antes de poder reprocharle por lo que había dicho, sintió aquella boca tomar de forma deliciosa su parte baja, logrando que solo soltara aun mas suspiros de su garganta.

Las largas piernas del mayor se separaron, dejando mas espacio al menor para que no se detuviera con sus atenciones, le necesitaba. Era increíble que un ser como el, que era rechazado por otras especies de seres y incluso humanos, le llenada su corazón, que fuera capaz de protegerle y entregarle ternura que solo el era capaz de notar. No importaba que ocultara sus emociones tras palabras bruscas o groseras…sabia que si algo llegara a amenazarle el joven demonio estaría ahí para insultarle -como era de costumbre- y a la vez liberarle del problema.

A-ahh mnh…-sus manos acariciaban su propio pecho a la vez que su pelvis hacia leves movimientos contra los labios humedecidos de Lhuxuria. Llevo sus orbes hasta el, viendo atentamente como “trabajaba” de forma tan hábil, sintiéndose algo morboso por observar como le masturbaba.

Siguió excitando al mayor, poniendo todos sus sentidos en ello, al ser demonio.. sentía todo con más intensidad, cada roce de pieles, cada sutil suspiro... Todo era un eligir que le hacía sentir la más feliz de las criaturas.
Cada sensación era más poderosa que la anterior y cada vez se sentía más deseoso de ir con lo que seguía.
Sin querer esperar mucho más, introdujo un dedo en la estrecha entrada del otro, sin dejar, claro.. la labor que ejercía su boca sobre el miembro contrario...
Le encantaba, simplemente no podía pensar en nada mejor que las sensaciones que inundaban en ese momento su cuerpo, era sublime... tanto que sentía que podría caer desmayado si hubiera más intensidad de la que ya había.

a-ahhh…L-Lhux…-susurro su nombre con ansiedad, el dedo que había introducido en su entrada le provocaba algo de placer, mezclado con un leve escozor en esa parte de su cuerpo. Era la primera vez que le tocaban de aquella manera, jamás había tenido algún tipo de relación con un hombre…y mucho menos con una mujer. A pesar de su edad, todas estas fuertes sensaciones eran nuevas para el…

L-Lhux…q-quiero…t-tu boca…-le pidió esperando que accediera a besarle nuevamente, anhelaba sus labios por sobre todo…aquella boca que tanto deseaba y le tentaba.

Dejó el miembro del mayor para cumplir su deseo, devorando nuevamente con ansias aquella boca de miel, en su interior ya empezaban a aclararse algunos sentimientos... Estaba enamorado de Kirian, hace mucho que lo estaba, más allá de los deseos y de su parte demoníaca desatada, eso que hacían en aquel momento, era lo que había deseado hace mucho, abrazó aun más al rubio a si, no quería que aquel momento de descontrol terminara nunca... era lo que menos se le antojaba en eses momento... Le beso esta vez de manera distinta, notándose más el amor y la ternura que la lujuria que ya le devoraba...
Y entre acto y acto un segundo dedo fue introducido en aquella estrecha entrada aun preparándole para lo que vendría, el momento más ansiado.

Su pecho se lleno de dicha al sentir como su deseo fue correspondido rápidamente por el demonio. Los labios ajenos se unían a los suyos con una ternura indescriptible…calida, dejando de lado toda sensación de lujuria y solo transmitiéndole sensaciones de cariño. Solo con ese gesto comprendió que sus sentimientos también eran compartidos con aquel joven que estaba sobre él, acariciándole y dándole miradas fugases a su sonrojado rostro.

Su cuerpo se estremeció de forma sutil al percibir su otro digito entrar en su cavidad, moviéndose en su interior, agradeciendo con el cuidado que lo hacia.

El beso terminó un momento mientras, Lhux sentía que Kirian ya estaba listo para recibirle dentro de él... Aun así, no quería que un momento de pasión embotara la que estaba seguro, era la primera vez del mayor...
Se detuvo, refrenando su pasión de momento y dando uno que otro beso suave y corto en labios de Kirian...
-¿Estas listo?- le preguntó de forma directa, mas carente de la brusquedad que caracterizaba al malhumorado demonio... Esperó con toda la paciencia que le era posible la respuesta, no sabía que haría en caso de que fuera una negativa... No sabía si se podría frenar y escapar de allí... Pero al menos, sabría la diferencia entre estar violando a quien amaba, y tomarlo bajo mutuo acuerdo... sus dos dedos siguieron moviéndose dentro del otro en forma tentativa, mientras aquellos ojos carmesíes se clavaban en aquel mar de los ojos del otro.

Cerró sus ojos con fuerza unos momentos, carburando en su perdida mente, para comprender lo que le había preguntado el joven demonio. Entre abrió sus labios para soltar alguno que otro suspiro, tratando de regularizar su respiración para poder contestar a su pregunta- S-si...lo estoy…-respondió sonriendo de forma tierna mientras su temblorosa mano acariciaba la sonrojada mejilla del moreno. Sabia perfectamente lo que vendría...y que seria doloroso, pero todo pasaría después de un rato…podría aguantar algo como eso…por su amado Lhux. Separo mas sus piernas para darle mas acceso al otro, para que continuara con su tarea.

Amó el sonido de aquellas palabras en sus oídos, sonrió levemente mientras quitaba sus dedos y se acercaba para besarle mientras lentamente entraba en el....
Se quedó quieto unos momentos esperando que Kirian se acostumbrara a la invasión, sin dejar de besarle, derramando allí todos los sentimientos que de momento inundaban su alma marchita.
Levantó una de sus manos deslizándola dulcemente por la sedosa cabellera del mayor...
-Te..amo..- murmuro entre sus labios sin poder aun dejar de besarle, cual adicto.
Cuanto tiempo deseando ello, cuanto tiempo soñandolo, imaginandolo, escapando de aquella situación... Sin embargo ahora que estaba en ello, no podía dejar de pensar que ni sus sueños ni su imaginación le habían preparado nunca para lo bueno q sería.