Compras! Ropa! Libros!~

Sabía que debía ser responsable, también sabía que no debía distraerse, lo sabía. Pero la tentación fue tan grande cuando se entero de que existía un Centro Comercial en la RU, que no pudo evitar tomar sus cosas e irse a vitrinear por el lugar dejando sus ocupaciones de lado. No es que no le importaran, no, los chicos eran lo más importante, pero algo más fuerte que él lo impulsaba a ir, según le dijo a Chiyo. Y claro, su pequeño colega no tuvo más opciones que seguirle, para cuidar de que no hiciera alguna idiotez imprudente.

El pequeño roedor estaba montado en el hombro de Yuka, intentando convencerlo de ir a una librería y hacer algo productivo. Sin embargo, el chico seguía pegado viendo un aparador, donde un maniquí lucia un hermoso abrigo de otoño de tonalidades violetas.

-Simplemente... es hermoso!... Chiyooo~ compramelooo~ siiii?~ - hablaba dirigiéndose a la comadreja, la cual por el tono de voz infantil del contrario y además, el hecho de que todos les estuvieran mirando rara, solo logro que se sonrojara ligeramente.

-Jiiiii jiii...- pronuncio el roedor, cerrando los ojos un tanto resignado.

-Queee? Como que no hay presupuesto?- pequeñas lagrimitas surgieron de los ojos del mayor, fingiendo llorar.

-Jiiiii...- volvió a abrir los ojos, mirándole con algo de reproche. El otro solo le miro y luego suspiro profundamente.

-Tienes razón, no es temporada... bua- resignado y algo deprimido, se limpio la lagrimitas y continuo mirando, deteniéndose en el maniquí de al lado, el cual apunto de pronto con cara de sorpresa.

-Chiyooo~ quiero esos zapatos!~ - aparecía que tuviera brillitos en los ojos mientras sonreía, su ánimo volvió a ser el mismo de antes. Chiyo le miro y luego se golpeo la frente con la patita, mientras pensaba que su colega no tenía remedio. Llegar a la librería seria una odisea.

Caminaba por el centro comercial cómo si de un zombie se tratase. Una de las cosas que más odiaba con todo su ser era "tener que cumplir con su deber de profesor".... lo aborrecía, detestaba, tal y cual la materia que impartía. Bueno ya qué... era ese día o nunca, además ya le había dado muchas vueltas al asunto de modo que su cita a la librería debió ser pospuesta desde hace 3 meses a esa fecha.
Maldecía internamente el hecho de que su mejor amigo no le halla podido haber acompañado.

- Véamos el lado positivo del asunto - se animó a sí mismo levantando la deprimida fachada que llevaba al caminar por una completamente opuesta. Sonrió.

No era del todo malo, más bien todo lo contrario. Observó a su alrededor y vislumbró rostros nuevos, diferentes a los mismos que veía en el instituto y cabe decir que varios eran tan "lindos" que entraban en sus expectativas.
Pasó su pequeña y delicada mano por el pequeño bolso rojo cruzado que llevaba.... su transporte de dinero y "el amor de su vida". ¡Gay-voyerista prevenido vale por miles!

Continuó caminando alegre en 'Candy-Version' haciendo mover al compás que caminaba su corbata negra, la parte inferior de su vestidito rojo y sus caderas... hasta que algo le llamó entero la atención. Un maniquí con unos lindos zapatitos ¡última edición! ¡y en oferta! Cómo adoraba la ropa en oferta y en especial si era de chica ¡No! ¡No es que sea un pervertido! Bueno, sí lo era pero no en ese estilo... por lo menos uno gay y travesti, pero no uno interesado en chicas... tal vez.

- Lindos zapatooos~~! - chilló con esa voz tan "ella" empujando sin educación a la persona que se interponía entre su nuevo interés y él - ¡Yamato, dinero! - ordenó extendiendo su derecha hacia esta persona "X" se encontraba cómo si le exigiera a darle el susodicho dinero necesario para comprar esos zapatos.

Bueno, no se trataba de una descortesía... por lo menos no la parte de pedir dinero. Él estaba tan acostumbrado a su inseparable colega que prácticamente era automático el hacer ese tipo de cosas incluso sin su presencia... ¿Dónde estara?

Yuka seguía pendiente de los zapatos, como si mágicamente estos fueran a elevarse, traspasar el vidrio y llegar hasta sus manos, y a su vez el pequeño roedor buscaba desde el hombro de su acompañante alguna librería cercana, en el peor de los casos podría ir el solo a comprar los libros que quería, pese al riesgo que eso significaba.

Ambos estaban tan concentrados en lo que hacían que cuando empujaron al “ninfo”, este solo se hizo a un lado mirando extrañado a la persona, y su coleguita en el ajetreo alcanzo apenas a sujetarse de la manga del mayor antes de caer, quedando colgando de este.

-Eh...- Intento decir algo, llevándose un dedo a la mejilla sonriendo, no era del tipo de persona que se enojaría por algo así, pero cuando le vio hacer aquel gesto con la mano y las palabras que dijo lo desconcertaron de nuevo. ¿Dinero? Si apenas tenia para el, inconcientemente busco entre sus mangas lo que le pedía, en tanto Chiyo intentaba subirse a su hombro de nuevo, cuando se dio cuenta de lo que hacia se detuvo, cruzándose de brazos

-Lo siento~ no soy Yamato, y no tengo su dinero~... emmm...- comenzó a observándole mejor, ladeando un poco la cabeza y percatándose de que el rostro de aquella persona se le hacia muy familiar.

-Noto-san!~- exclamo alegre, ahora todo tenia sentido para el, sonriéndole aun con la cabeza ladeada, a saber por que -vaya coincidencia, también viniste de compras? Quien diría que había un lugar así~- comento aun fascinado con todo, mientras le brillaban los ojos. En tanto el roedor ya había logrado llegar al hombro de mayor, sujetándose de este como si su vida dependiera de ello y ligeramente temblando.