D e s e o ~

Caminaba alrededor de la piscina, su vista estaba fija en ella, pero él se encontraba perdido en sus pensamientos.

A pesar que Demian, le dio libertad duran esos 10 años, que se supone debía servirle, decidió seguirlo, al principio pensaba que era sus instinto de genio el que lo llevo a eso, aquel instinto de siempre estar con tu amo a pesar de todo, pero luego descubrió que era en realidad por que sabia que el demonio se encontraba en una academia, y él siempre quiso experimentar ese ambiente.

Ese experimento solo durarían 10 años… de ahí debía volver con su verdadero amo. Así que disfrutaría este nuevo ambiente a lo máximo.

Se haría pasar por un humano, pues por una vez en su vida, deseaba sentirse normal, o por o menos intentarlo.

Se detuvo. Se puso de cuclillas, y observaba su reflejo en el agua. Deseando poder hacer bien su papel.

Estaba aburrida, no tenia nada que hacer ¿¡Y que mejor que volar por todas partes para quitar el aburrimiento!? -Ahh~ la brisa~ libertaaad~- extendia mis brazos mientras planeaba en el aire ¡Que bien se sentía el viento en mi cara!.

Seguía en mi felicidad hasta que fije mi vista en una persona que se miraba en el agua -¡Hey! ¡Holaaa!- Salude animada, mientras de acercaba al otro a gran velocidad, lamentablemente no supe cuando frenar, y pase de largo cayendo a la piscina -Oh...jojo, un chapuzon inesperado~- ¡Woaaa! el agua se sentía tan fresca~ iba a comenzar a moverme..pero...¡Algo me retenia! Mire a mi alrededor, dandome cuenta que mi frio cuerpo comenzaba a a congelar el liquido rapidamente -...¿Que cosas, no? haha~- rei estúpidamente mientras seguía tratando de safarme del hielo, moviendome, pero cada vez se congelaba mas, y mas. Mire al otro, que aun seguía ahí -Em...señor...¿Podria ayudarme?- le pregunte, igualmente yo no podía hacer gran cosa pues solo tenia mi cabeza afuera.

Una vocecilla llamo su atención. Dirigió su mirada hacia aquella voz, justo para ver como el hada caía en la piscina. Suspiro levemente, tenia que ayudarla, estaba apunto de sumergirse en la piscina cuando noto que el agua se comenzaba a congelar, ¿una hada de hielo?, se pregunto.

– Si. Claro. Ahora te ayudo – Respondió a la pequeña, con la seriedad que lo caracteriza. ¿Cómo lograría entrar sin congelarse? Podría usar su magia… pero eso lo delataría. Debía buscar otra alternativa – Déjame pensar un rato….

Lo admito, su seriedad me daba miedo, hasta parecia que usaba el sarcasmo -Haha~ si...piensa cuanto quieras...mientras no quede aqui hasta que muera de viejita...- dije mientras seguia tratando de moverme. Demonios. ¿Como saldria de aqui? el tipejo ese no parecia tener muchas ganas de ayudar, o simplemente pensaba mucho.

De repente, me dolio la cabeza -Am...¿Y si rompe el hielo?...con esas cosas....eh...¿Maritirio? ¿Membrillo?- En efecto, me dolia pues se me habia ocurrido una idea ¡No me cabian tantas cosas en la cabeza! Asi que mejor me quede calladita, mejor no intentar recordar la palabra, por que eso era pensar, y no es que mi inteligente ser no pensase ¡Pero ahora no era el momento adecuado!

– ¿Maritirio? – Piensa un poco – ¿Te refieres a un martillo? Buena idea.

¿Cómo no se le ocurrió antes? Había dependido tanto de la magia durante toda su vida, que algo tan simple como eso, no se le había ocurrido.

– Buscare uno. Voy y vuelvo – Desapareció por unos segundos de la vista de la hada, como no tenia tiempo de buscar un martillo, simplemente hizo aparecer uno ante él.

– Esto servirá – Suspiro. Volvió donde la pequeña. – Aquí esto… – Mostrando el martillo – Este es el plan, golpeara la superficie para que el hielo se rompa, y tu sales lo antes posible. ¿Fácil no? – Alzo el martillo – ¿Lista?

Observe como se marchaba, deseando que no me dejase aquí tirada ¡No podía quedarme aquí toda la vida! ¡Tenia cosas que hacer! Tenia que hacerme mas fuerte~ tomar leche en polvo~ y...muchas otras cosas mas de suma importancia, que ahora no las recuerdo o que aun no he tenido la oportunidad de saber cuales son...¡El punto es que no me tenia que dejar aquí!. Me quede quita, igualmente no podía moverme...y...oh, volvió, con una de esas cosas en mano.

-¿Lista?...- pregunte un tanto nerviosa, en realidad esa cosa no me daba mucha confianza, eran algo pesadas e incluso podría golpearme a mi, así que mejor me cubrí la cabeza con las manos -Si~ estoy lista, golpea cuando quieras~- Pero, de todos modos había que confiar en que no haría nada~

Se le notaba nerviosa, pero no había que temer, el no fallaría… ¿verdad? Observo detenidamente la zona en la cual debía dar el golpe. Suspiro. Alzo el martillo detrás de su cabeza, y dio un golpe potente. El hielo comenzó a rajarse, hasta romperse, dándole espacio a la hada, para salir.

– ¡Ahora! – En cuanto más rápido saliera, mejor. Tenía miedo de que el agua se volviera a congelar.

Cerré los ojos en cuanto alzo mas el...como se llame, luego sentí como podía mover un poco mi cuerpo para encogerme... podía salir, aproveche esa oportunidad y salí con toda la genialidad del mundo, mire a mi alrededor y me fije si estaba completa, siii~ todo bien...entonces reí -Ooooooh muchas gracias señor~ por cierto ¿Como te llamaaas?- Pregunte sonriendo ampliamente, para luego tirarme sobre el pelinegro y estrujarlo fuertemente, es que se veía taaan apretujableee~ -Yo soy la gran Cirno~ la mas fuerte haha~- Me presente con toda la powarosidad que podía tener alguien tan geneal como yo~ y se me vino una pregunta de suma importancia a la cabeza ¡Taaaaaaan importante que ni que mis propias alas eran tan jodidamente importante! -¿Tienes un poco de leche en polvo por ahi?- comencé a buscar curiosa entre sus bolsillos, siii~ la leche en polvo es muy necesaria.

Misión cumplida. La muchacha había sido liberada. – De nada… ¿Mi nombre? – No tuvo tiempo de responderle, por que sin aviso alguno la muchacha lo estrujo, soltó el martillo debido al susto, este se esfumo al caer, rogó por que la muchacha no se hubiera dado cuenta.

– Akil… – La expresividad de la chica le daba curiosidad. Esa alegría y energía que mostraba ¿cómo lo hacia? Él carecía de esa habilidad. Una pregunta peculiar lo saco de sus pensamientos.

– ¿Leche en polvo? – La miro con seriedad, medito un rato. – Si me sueltas… te podría dar un poco.