¿Quieres jugar? Juguemos

Vigilando desde la cima de un árbol transformado en lechuza, divisaba todo el territorio del colegio visible a su alrededor, sintiendo la suave brisa que se colaba por entre sus plumas, y disfrutando de la tranquilidad de aquel lugar que en soledad y sin alumnos molestos o personal docente excéntricos, se le hacía bastante agradable. Y desde aquella altura a esas horas de la tarde, el paisaje era espectacular.

-“Desearía que vieras esto...”- pensó mientras recordaba a su hermana, aun que tenía pocos recuerdos de ella, seguro luego de estar encerrada tanto tiempo le encantaría estar en un lugar como ese. Sus pensamientos divagaron un poco más hasta que recordó su misión, y porque estaba ahí. Seguía buscando a Clair, quien “mágicamente” logro desaparecer de su vista de nuevo.

-“Cría del mal... agrádese que el paisaje me está calmando” uuuuuh- ululo suavemente, ameritando que ya estaba por comenzar el horario nocturno. Una lechuza de día no pasaba de ser extraño, el mismo a veces se dormía de día estando transformado de día, otra razón por el que le chica se le había escapado. Continúo vigilando, atento a cualquier individuo sospechoso. Un poco más haya diviso las canchas del colegio, y solo por mero presentimiento y algo de curiosidad, se acerco volando a otro árbol para mirar más de cerca el lugar, quizás le encontraba ahí, o quizás no, quién sabe.

Fue una de esas veces en las que no era realmente una hazaña el huir del constante ojo vigilante de Raziel, puesto que se había dormido, oportunidad que ella no dudó en aprovechar, y, escabulléndose, logró alejarse lo suficientemente de él como para poder estirar los brazos hacia el cielo y disfrutar del aire fresco.

-En verdad es molesto ese idiota... -murmuró mientras deleitaba su vista con el puro y azul cielo que cubría el día, en medio de un pequeño claro, mientras se aseguraba de no sentir la presencia de Raziel cerca del lugar.

Al poco de cerciorarse de que estaba sola, dio rienda suelta a su mente y cerró los ojos, dejándose caer sobre la hierba y respirando a la vez el aroma de ésta. "Cómo quisiera que estuvieras aquí conmigo...". Evocó en su memoria muchos momentos hermosos e inolvidables, a lo que su pecho reaccionó, apretándose levemente, por lo que se vio obligada a abandonar esos recuerdos de momento. "Ahora es cuando necesito que me encuentres... idiota". Pensó ahora en Raziel, le servía mucho discutir con él para olvidar el dolor.

-Vaya... hasta qué punto he llegado -murmuró nuevamente, mientras se tapaba los ojos con una mano y se odiaba por estar pensando en alguien como el chico lechuza para espantar las sombras del pasado.

Cuando logro llegar a un árbol más cercano al lugar inspecciono las canchas que estaban debajo de él con curiosidad y un tanto de entusiasmo. En el laboratorio le permitían hacer deportes pero solo para entrenamiento, no por diversión, sintiendo que había perdido gran parte de su vida en ello. Voltio la cabeza unos 180° y ladeandola un poco, no le gustaba recordar aquellas cosas, le hacían sentir algo viejo.

Fue cuando por casualidad se encontró con la figura de Clair recostada en el pasto, un poco más allá de donde se encontraba. Regreso su cabeza a su posición original, haciendo un pequeño movimiento de alas para poder elevarse y emprender de nuevo el vuelo, tan sigiloso como la lechuza que era, planeo hasta llegar al lado de la chica y ya estando con ella y revisar previamente de que nadie les viera, se transformo en humano frente a sus ojos, ya con su típico gesto de fruncir el ceño casi grabado en su rostro.

-Así que aquí estabas... y no digas que es mi culpa!- se apresuro a decir -aun que este o no este despierto no deberías escaparte- cerro los ojos un momento, pensando en lo tonto que debía oírse eso. Pero ya que más daba, el era mayor y por eso tenia razón. Iba a seguir con su discurso de que "sabes que es mi deber" y "no lo hago por gusto, es una orden de tu abuelo", pero se detuvo ya que algo en la chica llamo su atención.

-... ¿estas bien cría?- pregunto un tanto intrigado, cruzándose de brazos intentado disimular su preocupación, suavizando un poco su gesto, solo un poco.