Completa y Absolutamente Aburrido [Libre]

Otro año pasaba, y llegaban más alumnos, algunos pasaban de año, y otros simplemente no volvía a saberce de ellos.

Caminaba con las manos en los bolsillos con largos pasos, simplemente se le había antojado salir un rato de su despacho, quizás tenía suerte y encontraba algún animal, planta, insecto, interesante para diseccionar y entretenerce un buen rato.

Notó la presencia de un menor a unos metros suyos caminando delante, para luego verlo acostarce en el césped.

Agarró una mariposa que pasaba por su lado de las alas con gran agilidad y se acercó lentamente al joven dejandole el insecto en el pecho.

- Creí que los niños de su edad se la pasaban activos corriendo y divirtiendoce por ahí joven Aelo .- le dijo sonriente parado a su lado .- ¿Se encuentra usted cansado acaso? - preguntó alzando una ceja.-

Lo observó detenidamente, un demonio zorro, no había vistos muchos, o seguramente no les había prestado atención. ¿Qué se sentiría tener una cola toda peluda? ¿Sería complicado en los días de húmedad? ¿Tendría pulgas?.

El zorro sintió los pasos, y supo que no podía ser un alumno. Quizás un profesor. O algún jardinero, dispuesto a regañarle por haberse tirado y dañado su 'hermoso y delicado' pasto. Cuantas veces le regañaron cuando era más pequeño por eso mismo.

Sintió un ligero roce con su pecho y abrió sus grandes ojos verdes, topándose con los ojos del adulto, sorprendiéndose e instintivamente yendo a sentarse, pero se quedó allí, al ver la mariposa en su pecho.

- Profesor - saludó con una linda sonrisa - ¡Buenas Tardes! - estiró la mano y cogió la mariposa con algo de cuidado, parecía algo pasiva, sentándose luego y mirando hacia arriba al mayor - Eso es cierto, y nada me gustaría más, pero la Academia está muy aburrida, y no es divertido corretear solo - puso un puchero y luego volvió a sonreír, abriendo las manos para que la mariposa volase.

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N/Y: ¡Pulgas! *rueda de risa*

Primer día para incorporarse a la nueva academia. Había llegado con su hermano, se había instalado y todo lo demás juntos. Pero, ahora... En un tonto, tontísimo despiste, se había separado de su gemelo y ahora estaba en un lugar que no conocía, en el cual había gente que no conocía, dirigiéndose hacia alguna parte que no conocía.

De repente de encontró en una especie de jardín. Bonito, la verdad... Pero allí no estaba Kaoru. Tenía que encontrarse o se desesperaría del todo.

-¡Kaoru! ¡Kaoru! ¿¡Dónde estás, Kaoru!? -Gritaba, llamando a su hermano. Aunque parecía no estar por allí. Suspiró. Tendría que seguir inspeccionando la maldita academia...

Fue a girar para volver al edificio de las habitaciones, pero una mala pisada le hizo tropezar y caer al suelo, para luego salir rodando por el jardín, igual que en los dibujos animados. Gritando por el mareo, acabó sintiendo como chocaba contra algo y quedaba bocabajo, en el pasto.

-Ay ay ay... -Se quejó, mareado.

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(Jajajá! >D *se cuela*)

Se llevó una mano sobre su sombrero y la inclinó levemente en forma de saludo.

-Buenas Tardes, pero hay muchas cosas productivas que hacer en estos tiempos al parecer, y muchos tipos de juegos nuevos que en mis épocas no existían - comentó sonriendo levemente.- Como esos juegos con pelotas que hicieron los humanos y... ahora está muy de moda creo que la mmm...- piensa.- Internet .- la cual no sabía utilizar.- Yo puedo proponerte un juego si hací lo deseas .- propone.-

Giró su rostro a un lado, a lo lejos escuchaba levemente la voz de un muchacho, para unos instantes luego verlo caer rodando. Lo detubo a unos centímetros del otro joven apoyando el pie sobre la espalda del otro.

- Debería ser más cuidadoso .- lo miraba sereno en el suelo.- Pudo a ver pasado justamente por una malesa venenosa o alguna planta con espinas, y con peor suerte cerca de una planta carnivora .- lo regañaba.- Por favor, tenga la amabilidad si desea dejar salir sus sustancias estomacales, lo haga para otro lado - sonreía y hablaba con total naturalidad.- No me encuentro interesado en saber que ah comido .-

No estaba seguro de a ver visto a aquel alumno, seguramente era de los primeros años.

El chico zorro se levantó, sacudiéndose las posaderas para quitarse el polvo, mientras su cola se movía suave y animosamente, feliz de tener compañía.

- ¿En sus épocas? No parece tener mucha edad, profesor, no trate de engañarme - con tono amistoso y quizás ligeramente coqueto, sujetó sus manos tras su espalda mirando hacia el más alto -; me agradan los juegos de pelotas, pero, le decía, es aburrido hacerlo solo - sonrió de lado, arrugando luego un poco la nariz - No me gustan mucho las cosas tecnológicas, y mis garras no son muy buenas para usar los teclados, pero me encantaría jugar a lo que usted quiera - sonrió más grandemente, escuchando pronto un alboroto, girándose viendo que por una pequeña pendiente cercana venía rodando un pelirrojo.

Su cola se erizó un poco, dando un saltito hacia atrás, cuando el pelirrojo fue detenido por el profesor. Con curiosidad se asomó a mirar al chico nuevo (no le conocía, y él conocía a toooodos los alumnos del colegio).

- "Lindo" - su cola se movió más tranquila. - ¿Estás bien? - preguntó con tono interesado.

Lo primero que sintió fue un pié en su espalda. Lo siente, un profesor llamándole la atención. ¡Genial! Lo que menos le apetecía ahora era escuchar a un maldito adulto decirle qué estaba bien o mal o lo que fuera. Se levantó, sacudiéndose la ropa, y miró al profesor.

-Disculpe, profesor... -Refunfuñó por lo bajo. Pedir perdón le gustaba tanto como estar sin su hermano-. Prometo tener más cuidado...

Giró la cabeza para mirar al chico con cola. Parecía mayor que él, así que supuso que estaría en tercero o cuarto.

-Sí, estoy bien, solo... estaba buscando a mi gemelo y tropecé-Respondió, con una leve sonrisa y un poco de vergüenza. Realmente, había que reconocer que era una caída muy pero que muy tonta.

- Tengo mucho más de lo que crees .- respondió .- Justo ahora mismo no estoy tratarlo de engañarlo de ninguna manera .- todavía no se le antojaba el jugar con la mente de sus alumnos por aquel día.- Podrías tener amigos imaginarios o simplemente llamar los que viven entre las plantas, a los costados de los caminos, atraerlos con algún cebo, llamarlos.- hablaba desviando su mirada al pelirrojo.-

Asintió ante las palabras del menor, no confiaba en las promesas de las personas, pero que las cumpliera mayormente sería problema suyo no de él, a menos que se matara en su presencia.

-¿Un gemelo? - preguntó extrañado .- ¿No tienen uno de esos ...celulares que los chicos usan tanto para mandarce ...mensajes? - la tecnología de hoy en día permitía que todos se comunicaran aunque la distancia fuera abismal.- No creo que encontrarás a tu gemelo debajo de las flores .- no pudo evitar agregar algo entretenido ante la circunstancia.

Anecuze arrugó un poco la nariz, negando a lo dicho por el profesor.

- Los seres que son de la mitad de mi tamaño me dan hambre... - fue su sencilla respuesta, mirando al otro chico. Un gemelo, eso significaba que andaba otro como él por allí - "Interesante" - se sonrió de medio lado. Miró al profesor y parpadeó. No le gustaban los celulares tampoco, aunque a su tío si y al final se había conseguido uno por que la mayoría de sus citas los usaban.

- Es cierto lo que dice el profesor - sonrió al chico - Pero si no tienes celular quizás pueda ayudarte a buscarlo - movió la cola - Soy bueno rastreando.

Miró al profesor, poniendo sus manos sobre su cintura.

-¿Celular? No tengo de eso... no lo necesito, mi hermano y yo podemos comunicarnos mentalmente con los demás... Pero solo si estamos juntos... -Suspiró. Entonces recordó que su madre había insistido en que llevasen uno de esos a la academia, aunque realmente a él no le gustaban demasiado ese tipo de cosas. Comenzó a buscar el objeto por su ropa-. Qué raro... juraría que lo tenía conmigo... -Murmuró para sus adentros. Buscó y rebuscó en sus bolsillos, pero lo único que encontró fue hierba que se había metido mientras rodaba.

Miró al chico de la cola, con algo de vergüenza. Realmente, hoy no estaba siendo su mejor día...

-Me... me ayudaría mucho si pudieras encontrar a Kaoru... -Aceptó, pensando que debía de verse como un tonto. Pero tenía prisa, quería encontrar a su hermano lo antes posible... Incluso si tenía que recurrir a la gente que no conociera.